En las últimas dos semanas me tocó atravesar situaciones inéditas. Aquí, los saldos de la experiencia.
Estético: La tele engorda.
Sonoro parcial: La radio saca voz de trasnochada a las 6.30 de la mañana. Pero la tele engorda.
Sonoro total: La radio saca voz de pito durante el resto del día. Y a toda hora la tele engorda.
Proteccionista: No importa cuánto te "filtren", cualquiera puede encontrarte. Y darse cuenta de que la tele engorda.
Digital: La idea de lo "viral" no es una idea, es una realidad. Y, en realidad, la tele engorda.
Humano: La gente, por lo general, es muy respetuosa. Y no ignora que la tele engorda.
Profesional: Los periodistas son gente (por lo general). Y bien saben que la tele engorda.
Personal: La exposición mediática no es para mí. Porque la tele engorda.
Cosmetológico: Un buen maquillaje arregla muchas cosas. Pero igual la tele engorda.
Musical setentoso: Todo concluye al fin, nada puede escapar. Todo tiene un final, todo termina (TG!). Menos la tele, que engorda.
Psicológico: Cuando llenás el termo con yerba, necesitás una sesión de emergencia. Para decirle a tu analista que la tele engorda.
Final: ¡La tele engorda! ¿Quedó claro?
7.10.08
Saldos
Publicado por Laura Cambra en 15:34
Etiquetas: dark side of the moon, desdichas, diario de un libro, momento Fiona, sin anestesia
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2 comentarios:
A una Diosa como ud nada puede afectarla, la tv engorda a quien se la pasan mirándola y comiendo snaks.
Saludetes
juaaaaaaaaa en mayúsculas lo hubiera escrito para que lo escuches.
Tu humor es impagable, sabelo.
Si puedo leer esto después del tour mediático, puaaaaaaaaaaaaaaaa
lo que queda entonces! aguante Lau.
pd: =) pero yo te ví flaquísima! (bien de chupamedias)
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