6.7.09

Mi disco rígido

Como una PC a la que le han sacado la función "vaciar la papelera", como una Mac sin "empty trash", mi cabeza no puede deshacerse de información inútil, irrelevante o, como se dice en el barrio, al soberano cohete.
Así como Perón llevaba en sus oídos la más maravillosa música, yo llevo en mi pensamiento las más inservibles banalidades como:
• La fecha del cumpleaños de la hermana de la mejor amiga de la infancia de mi hermana (aunque hace más de veinte años que no la veo y, por supuesto, jamás la saludé, junto con otras tantas fechas relacionadas con gente que tampoco veo y a la que, por supuesto, jamás saludaré).
• Los números de teléfono de todas las casas en que viví (a los que, obviamente, no llamo).
• El nombre de maestras, profesores y preceptores de la escuela primaria y secundaria (su única utilidad podría ser ganar un improvisado concurso en un encuentro de ex alumnos).
• Las letras de canciones que detesto (como, por ejemplo, las de Arjona) y que cuando suenan no puedo evitar cantar simplemente porque sé la letra.
• La clave de la alarma de una casa en la que no vivo hace diez años (y que, no me cabe duda, los sucesivos dueños cambiaron varias veces).
• Toda la información de las clases de fonología y morfología de la doctora Ofelia Kovaci (desde el morfema de género del swahili hasta una frase del tipo: "la diferencia entre quienes dicen 'mosca' y los que dicen 'mojca' es un problema a analizar en el campo de la sociolingüística", su manera de explicarnos que decir 'mosca' es una grasada).
• Frases fugazmente famosas de gente fugazmente famosa (ejemplo: "se la clavé en el ángulo" de Sebastián Rambert).
• Buena parte de jugadores que alguna vez vistieron la camiseta riverplatense y luego se perdieron en el olvido (porque, claro, es sencillo recordar a J.J.López, B. Ferreyra, Labruna o el Enzo; pero ¿quién –que no sea un fanático de la banda y yo no soy más que una simpatizante– se acuerda de Rodolfi, Soria o Comelles, que además se llama Pablo?).
Toda esa información sin relevancia se entremezcla en mis pensamientos. Estoy presa de ella porque cada vez que intento descartarla su impronta se hace más fuerte y persistente. Me ha valido apodos como tutti-frutti o walkingpedia. Encima, no soy Funes. A diferencia de él, pienso mucho. Construyo con estos conocimientos mínimos extrañas cadenas que los entrelazan dando origen a razonamientos imposibles, tan cercanos a la locura como a la estupidez.
A veces me pregunto cuánto tardará el rígido en llenarse o si en algún momento comenzará a sobreescribirse o si hay alguien que le pueda hacer una optimización.

2 comentarios:

He dicho.- dijo...

jajajaja fué como ver en cámara lenta un par de cosas con las cuales siempre "palmo" el tema de los números de teléfonos,fechas de le era del pepino que ni siquiera yo sé por qué las tengo presentes sin ser el directo beneficiario/interesado en recordarlas,hasta con direcciones postales...en fin...soy como esponja que absorbe boludeces y después cuando tengo que usar la memoria "en serio" me doy cuenta que la tengo ocupada con cosas importantísimas como las de arriba... un bob sponja pero al revés!...besote y como siempre la leo :P
P/d : seguramente terminaré acordándome del captcha (conjunto de letras que se usa para no dejar comentarios anónimos en tu blog por ejemplo)

Firmo Yo...el Agus Pitufesco xD

SBM dijo...

Recuerdo, sin haber hecho nunca esfuerzo para ello, el inicio de la "Guerra de las Galias" y de la Cojuración de Catilina, herencia de un verano en que me quedó latín de tercero de bachillerato. Y recuerdo que la memoria a largo plazo tiene ese tipo de paradojas. Me olvido de tantas al cabo del día, que prefiero no recordarlo.
Saludos con un calor insufrible.