Hay situaciones que no tienen retorno. Son un paseo sin regreso al territorio de la ridiculez. Algunos de esos irreparables atentados al criterio estético los perpetran los relatos sensibleros y efectistas del periodista Julio Bazán. Por lo general, el buen señor apela a las referencias pseudointelectuales y facilongas; abusa del drama –cuya desmesura es opuesta al medio tono de la tragedia– con intervenciones dignas de Andrea del Boca y, como si todo lo anterior fuera poco, agrega su voz para cerrar un combo que linda con el grotesco. Un verdadero viaje de ida. Para muestra bastan dos líneas:
"Que haya habido tan poca memoria y tanto olvido, que provoca penas,
favoreció a quienes nos estafaron como pueblo."
favoreció a quienes nos estafaron como pueblo."
1 comentario:
viaje de ida ¿crónico?, ¿cronificado? ¿de un cronista? ¿de un dramaturgo? Estoy demasiado lejos para aclararme
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