No es una cuestión de arrugas ni de kilos extra ni de flaccideces porque los hombres no suelen tener ojos para eso. Pero un día, como quien no quiere la cosa, desaparecen los encantos, caen los decorados y la mujer perfecta se transforma en una bruja que:
- Compite por el control remoto o, lo que no es mejor, elige dejarte en el living viendo tus programas favoritos mientras se va a ver melodramas al televisor del dormitorio.
- Execra tus medias preferidas y tu jogging viejo que antes le parecían encantadores
- Controla las llamadas entrantes a tu celular
- No distingue el auto del Gurí Martínez del de Raikkonen
- Censura a tus amigos y tus salidas con amigos; mucho más cuando se incluye la cerveza pero se la excluye a ella
- Se olvidó de que el auto que comparten no es un basurero
- Pelea cada vez que hay que ir al cine porque se niega a ver películas de acción
- Hace berrinches cuando tiene que ir sola al supermercado
- Protesta como una vieja histérica cuando ve la casa desordenada
- Cuelga su ropa interior en la ducha
- Grita porque dejaste el dentífrico destapado, la toalla húmeda sobre la cama y el lavatorio con restos de espuma de afeitar
- No sabe quién es Vin Diesel
- Cree que Lebron James es una marca de ropa informal masculina
- Ve fútbol con vos pero se tapa la cara cuando hay una jugada fuerte y cada dos minutos grita "¡Penal!"
- Piensa que el "Kun" Agüero es un pájaro mesopotámico.
Entonces, agotado después de explicarle cada cosa cientos de veces y viendo que la situación no puede sino empeorar, decidís que lo mejor es cambiar a tu mujer ex perfecta por una nueva mujer perfecta. Y que dure lo que tenga que durar.
1 comentario:
:(
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