8.5.07

Cinco de cal, cinco de arena

La vida es un valle de lágrimas:
1. Martes después de un fin de semana largo, 8.30 de la mañana y la empleada doméstica no llegó.
2. La perra en celo se te escapó y tuvo un rato de jolgorio que, encima, vos no tenés hace tiempo.
3. Te fuiste a depilar para ese encuentro que tanto habías esperado y descubrís que la piel te quedó como la de un pollo a medio cocinar.
4. Le echaste el ojo a un bombonazo que había en una reunión de amigos y cuando finalmente lográs hablar con él te cuenta que la esposa está en un congreso médico porque es una sexóloga mundialmente reconocida.
5. Viene tu suegra a cenar y, tragedia de las tragedias, se te quema la comida sólo para que ella te recuerde cuáles y cuántas son sus habilidades culinarias.

A veces, en el valle sale el sol:
1. Te encontrás por casualidad con un amigo de la adolescencia que estaba re bueno y descubrís que el tipo siempre pensó que eras un minón.
2. Una de esas amigas del alma te llama por teléfono, se da cuenta de que estás en medio de un bajón y al rato aparece con una docena de sandwiches de miga para ver televisión en la cama mientras le contás tus tragedias.
3. El día que tu suegra vino a cenar y se te quemó la comida, mientras ella te recordaba cuáles y cuántas son sus habilidades culinarias, no pudiste evitar el placer de ver la media sonrisa con sorna y el guiño que te hizo tu suegro que se viene tragando la comida quemada desde el big bang.
4. Suena el teléfono y es la mamá de tu ex que, viendo el ejemplar de sanguijuela que el "nene" acaba de presentarle, te llama para decirte: volvé, te perdonamos.
5. Suena el teléfono y es tu ex que, viendo lo que le cuesta mantener a la sanguijuela que ya le presentó a toda la familia, te llama para decirte: por favor, volvé, ya te perdoné.

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