10.5.07

El riesgo de la ambigüedad

He aquí cinco frases peligrosas. Aunque, según las circunstancias, es bueno arriesgarse a pronunciarlas:

Soy una persona mañanera.
¿Me hacés la boleta?
Me clavó.
Me la tuve que comer.
Pelala y metela en remojo así no se pone negra.

1 comentario:

Eduardo (ejmv) dijo...

:) Tengo una amiga que, juraría, te leyó