He aquí cinco frases peligrosas. Aunque, según las circunstancias, es bueno arriesgarse a pronunciarlas:
Soy una persona mañanera.
¿Me hacés la boleta?
Me clavó.
Me la tuve que comer.
Pelala y metela en remojo así no se pone negra.
10.5.07
El riesgo de la ambigüedad
Publicado por Laura Cambra en 10:36
Etiquetas: el reino de la irrelevancia
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1 comentario:
:) Tengo una amiga que, juraría, te leyó
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