La televisión argentina ha trascendido la época en que los canales peleaban para que sus "estrellas exclusivas" no aparecieran en las pantallas de la competencia y que si estaban "acá" no podían ni siquiera contestarle a un notero de "allá". La globalización, finalmente, alcanzó a nuestros canales de aire y, así, hoy vemos que en casi todos los programas, estrellas, estrellitas y estrellados se desviven en empalagosos agradecimientos a la empresa que los dejó en libertad condicional y a la que los contrató para algún programa o ciclo que, a su vez, alimentará al patrón benevolente.
¿Eso de escuchar todo el día que la tele habla de sí misma es narcisismo mediático o falta de creatividad?
10.5.07
¡Paren de agradecer!
Publicado por Laura Cambra en 10:38
Etiquetas: observatorio televisivo
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